Mirando nuestro planeta desde el espacio exterior, los primeros signos de vida son los arrecifes de coral. Alguna vez estas increíbles estructuras fueron vistas simplemente como un peligro por aquellos que exploraban los océanos. Ahora sabemos que, al igual que las selvas tropicales, son vitales para nuestra supervivencia.

¡Sé un inspector de las aguas residuales! Asegúrate de que las aguas residuales de tu barco y de tu hogar se traten correctamente. El exceso de nutrientes en las aguas residuales puede tener un impacto negativo en los ecosistemas de arrecifes de coral.

Apoya a las organizaciones que protegen los arrecifes de coral. Muchos grupos tienen programas de arrecifes de coral y tu apoyo marcará una gran diferencia.

No uses pesticidas y fertilizantes mejorados químicamente. Si bien es posible que vivas a miles de millas de un ecosistema de arrecife de coral, estos productos terminan en la cuenca hidrográfica, el área que desemboca en una vía fluvial común, como un arroyo, un lago, un estuario, un humedal y, en última instancia, en el océano.

 un consumidor informado. Solo compra pescados y otros organismos de arrecifes cuando sepas que han sido recolectados de una manera ecológicamente racional. Pregúntale a los gerentes de las tiendas de qué arrecifes de coral provienen los organismos y cómo fueron recolectados. ¿Cuenta el país con un plan de manejo para asegurar que la cosecha sea legal y sostenible en el tiempo?

Visita tu acuario o zoológico local. Pregunta qué están haciendo y cómo puedes ayudar a conservar nuestros arrecifes de coral. La respuesta puede sorprenderte gratamente.